domingo, 23 de septiembre de 2012

LA GESTACIÓN

Gestación: período de cuarenta semanas de duración, en el que tiene lugar el desarrollo del embrión hasta su formación completa y durante el cual tiene lugar la formación de todos los órganos.
El embarazo humano puede ser dividido en tres trimestres. El tercer trimestre comienza aproximadamente a las 28 semanas después de la fecundación. Se considera viable un feto humano cuando han transcurrido 23 semanas de gestación. Antes de esta edad gestacional, los eventos principales del desarrollo embrionario aún no permiten la supervivencia del feto fuera del vientre materno. Este límite es a menudo arbitrario por razón de que ciertos niños nacidos antes de este punto han sobrevivido, aunque con consagrable soporte médico.
El nacimiento en humanos ocurre entre las 37 y 42 semanas de edad gestacional. El parto que ocurre antes de las 37 semanas es considerado pretérmino y se considera viable después de las 25 semanas.
Fecha probable de parto:
Los cálculos para determinar la fecha probable del parto se realizan usando la fecha de la última menstruación o por correlaciones que estiman la edad gestacional mediante una ecografía. La mayoría de los nacimientos ocurren entre la semana 37 y 42 después del día de la última menstruación y sólo un pequeño porcentaje de mujeres dan a luz el día exacto de la fecha probable de parto calculada por su profesional de salud.
Usando la fecha de la última menstruación, se le añade siete días o 10 dependiendo y se le resta tres meses, dando la fecha probable de parto. Así, una fecha segura de última menstruación del 26 de noviembre de 2007, producirá una fecha probable de parto para el 3 de septiembre de 2008 —se usa el año siguiente al año de la última regla. Si la fecha de la última menstruación cae en los primeros dos meses, se mantiene el año en curso, en todos los demás meses, se usa el año subsiguiente. Así, una fecha segura de última menstruación del 12 de enero de 2008, produce una fecha probable de parto para el 19 de octubre de 2008 —el año se mantiene. Se debe valorar también que en el caso de las primigestas existe un cierto grado de retraso dependiendo de que la fecha calculada como la posible fecha del parto se haya obtenido a partir de la fecha de la última menstruación (FUM) o por los datos recogidos en el ultrasonido o eco grama genético.

 

 

 EL EMBARAZO EN LA MUJER

Durante los nueve meses de embarazo el cuerpo de la mujer acusa numerosas transformaciones para poder atender las necesidades del bebé que crece en su interior y prepararse para el parto Te detallamos mes a mes qué cambios se irán produciendo en tu cuerpo, contados a partir de la última menstruación. Si sabes qué te espera, vivirás esta etapa tan gratificante de tu vida con más tranquilidad:

 Primer mes:



Es una etapa fundamental en la que se forman los órganos vitales del bebé, aunque la tripa aún está poco abultada.

Unos seis días después de la fecundación, el óvulo fecundado llega al útero y anida en él. En pocos días, una parte de las células dará origen a la placenta, y la otra, al embrión. A partir de ese momento el organismo materno empieza a cambiar.Los primeros síntomas se confunden con el síndrome premenstrual: cansancio, tirantez en el pecho, aumento de la secreción vaginal, manía a determinados alimentos, mayor sensibilidad olfativa o un extraño sabor metálico en la boca... El embarazo no suele descubrirse hasta que se produce el primer retrazo menstrual unas dos semanas después de la fecundación-, aunque algunas mujeres que ya han sido madres pueden intuir antes la presencia del futuro bebé. A partir del sexto día de retraso de la regla se puede realizar un test de embarazo. Si el resultado da positivo, conviene acudir cuanto antes a la consulta del ginecólogo para confirmar que todo está bien.

Segundo mes:

Las alteraciones de ánimo son frecuentes por la revolución hormonal que se está produciendo en la mujer. Los pechos han crecido y duele un poco. En el pezón se distinguen unos nódulos pequeños, llamados tubérculos de Montgomery. Es probable que aparezcan náuseas y mareos, y que aumente la producción de saliva y la necesidad de orinar. Muchas mujeres se sienten cansadas y necesitan dormir más de lo habitual. Es una defensa del organismo, que se prepara para el sobreesfuerzo que le espera en los próximos meses. Algunas embarazadas sienten un gran apetito, otras son incapaces de probar bocado y hasta pierden peso. Estas sensaciones remitirán a medida que el se adapte este proceso.

 Tercer mes:

El vientre empieza a abultarse ligeramente. Llega el momento de dar un repaso al armario para seleccionar la ropa más cómoda y dar rienda suelta a la ilusión. Las prendas ajustadas no son aconsejables porque pueden dificultar la circulación sanguínea. Disminuye la producción de la hormona gonadotropina coriónica, causante de las desagradables náuseas y los cambios en el apetito. Las encías pueden inflamarse y sangrar con facilidad debido a los cambios hormonales. Es aconsejable hacerse una revisión odontológica. Al final de este mes .Se han formado los órganos vitales del futuro bebé, que deja de llamarse embrión para recibir el nombre de feto. La madre puede estar tranquila. Ha pasado el periodo de mayor riesgo de malformaciones congénitas.

Embarazo: Segundo trimestre.- Las molestias iniciales han desaparecido, se puede notar el vientre y sentir las pataditas del bebé. Es la etapa más gratificante.

 Cuarto mes:


Las náuseas, los vómitos y el cansancio característico de los primeros meses suelen remitir después de la semana 12. La mujer se siente más vital. La cintura ha desaparecido y las caderas han empezado a redondearse, pero el vientre aún no resulta molesto. Los pezones aumentan de tamaño y se vuelven más oscuros. En el centro del abdomen suele aparecer una línea vertical de -tono negruzco que se desvanecerá después del parto. Los cambios hormonales pueden oscurecer también las zonas sensibles de la piel (pecas, lunares). Conviene evitar exponerse al sol o, si se hace, usar cremas con alto factor de protección. La presión que ejerce el útero en el estómago puede empezar a entorpecer las digestiones y causar estreñimiento. Es importante comentarlo con el ginecólogo/a  y seguir sus recomendaciones.
Quinto mes:
Llega uno de los momentos más esperados del embarazo: la primera patadita del bebé. Suele notarse hacia la semana 20 de gestación, aunque las mujeres que tienen más hijos pueden percibir los movimientos fetales unos 15 días antes. En la mitad del embarazo la respiración se hace más profunda y el ritmo cardiaco se acelera. El vientre empieza a resultar evidente y hay que vestirse con prendas premamá. Mayor retención de líquidos. Algunas mujeres notan una ligera hinchazón en brazos y tobillos. Mayor riesgo de gases por el estreñimiento. Aumentos repentinos de temperatura con exceso de sudoración. Pueden combatirse tomando duchas frecuentes y vistiendo prendas de algodón
Sexto mes:

El volumen del vientre se acentúa notablemente. El útero sigue creciendo y se extiende por encima del ombligo. La futura mamá ya no puede disimular su estado. La piel de la barriga se estira y pueden aparecer picores. Se alivian aplicando crema hidratante, que también previene las estrías. El ombligo puede sobresalir y quedar así hasta el parto. Luego volverá a normalizarse. El niño crece deprisa y cambia de posición con frecuencia. La futura mamá siente sus movimientos. El útero ya no cabe en la pelvis. Al extenderse, desplaza los intestinos y presiona ligeramente el hígado y el diafragma. Eso puede dar lugar a una sensación pasajera de ahogo. La vejiga también está más más oprimida. Vuelven las ganas de hacer pis más a menudo. Los pezones pueden estar más sensibles, ya que se empieza a producir prolactina, la hormona que prepara los senos para la lactancia y estimula la producción de leche materna.

Embarazo: Tercer trimestre.- El niño continúa creciendo y el vientre es cada vez más voluminosa. En las últimas semanas, el cuerpo de la madre se prepara para el momento del parto. La preparación a la maternidad ayuda a afrontar mejor la llegada del bebé

Séptimo mes:
Es el momento de empezar a preparar la por si el parto se adelanta y porque, a medida que avance la gestación, la madre se sentirá más cansada. Las relaciones sexuales pueden mantenerse mientras no haya contracciones y el ginecólogo no las desaconseje. El útero se extiende por encima del ombligo y la barriga empieza a resultar prominente. pueden aparezcan molestias en la espalda. La mujer puede sentir dificultades para respirar. El corazón ha de latir más deprisa para bombear la sangre hacia la placenta. Es normal sentir cansancio a veces. Los cambios de humor, los miedos y la ansiedad suelen acentuarse. El parto está cerca y la preocupación por lo que va a pasar se refleja en los sueños.


Octavo mes:
Quizá, el más incómodo. El bebé se ha colocado con la cabeza hacia abajo y cada día tiene menos espacio para moverse. La futura madre se siente más torpe y cansada. Las molestias típicas de los últimos meses (dolor de espalda, acidez, estreñimiento...) se hacen más acusadas por el sobresfuerzo. Es posible que la mujer haya engordado alrededor de 11 kilos. Hacia la semana 36, el feto suele colocarse en la posición definitiva para el nacimiento: con la cabeza hacia abajo. Cuando ocurre, la embarazada puede sentir contracciones aisladas o dolores difusos en la parte baja del abdomen.    Pueden aparecer hemorroides provocadas por el estreñimiento y por la presión que ejerce la cabecita del bebé en la pelvis.
El niño puede nacer en cualquier momento, así que conviene aumentar el reposo y consultar con el ginecólogo antes de emprender un viaje. Algunos ginecólogos aconsejan tomarse ya la baja laboral.
Noveno mes:
El embarazo entra en su recta final y los días parecen eternos. ¡Queda tan poco para conocer al bebé...!
Si el niño que viene en camino es el primer hijo, su cabeza desciende y se encaja en la pelvis preparándose para el nacimiento; si la mujer no es primeriza, este descenso podría producirse al inicio de las contracciones. El vientre baja y disminuye la tensión sobre el tórax y el estómago. La mujer quizás necesite orinar más a menudo, por la presión que ejerce la cabeza del pequeño sobre la vejiga. Algunas mujeres sienten una necesidad imperiosa de limpiar y ordenar. Es el llamado síndrome del nido: un supuesto instinto ancestral que mueve a las madres a dejarlo todo preparado para la llegada del bebé. La fecha prevista del nacimiento es orientativa: puede tener lugar 15 días antes o después. Si en la semana 42 el niño no ha nacido, es muy probable que se decida provocar el parto.